23.7.07

Mi amigo Pedro

Pedro, amigo viejo, antiguo conocido, alrededor de treinta años, principios de calvicie y con un gusto por la pronografía con niños asiáticos difícil de superar. Lo cierto es que me lo conseguí el otro día y me dijo que nuestros cerebros son maquinitas, cosas reales, y que como todas las cosas reales tiene sus limitaciones. Mientras lo despedía me di cuenta de que si nuestros cerebros tienen limitaciones entonces hay realidades que nunca podremos entender, tenemos un nivel de incompetencia. Entendí que en el fondo Pedro tenía la razón y me compre un jugo en la panadería, pero estaba vencido.
/